martes, 29 de mayo de 2018



Dos versiones de un poema
de William Butler Yeats:
Who goes with Fergus?







¿Quién va con Fergus?

¿Quién ha de cabalgar con Fergus hoy?
¿Quién cruzará la espesura del bosque
y danzará a la orilla de las aguas?
Muchacho, alza tu frente pelirroja;
alza tus suaves párpados, muchacha;
no caviléis en miedos y esperanzas.

No miréis ya hacia atrás, no meditéis
en el misterio amargo del amor;
Fergus avanza con carros de bronce
dominando las sombras de los bosques,
el blanco pecho del oscuro piélago
los despeinados astros de la noche.

William Butler Yeats

[Versión de Ricardo H. Herrera
Buenos Aires, 28-V-14]

*

¿Quién va con Fergus?

¿Quién las riendas del carro de Fergus regirá,
Y rasgará la trama del bosque, honda, sombría,
Y en la orilla de arena junto al mar bailará?
Jovencito, levanta tu cabeza rojiza,
Y levanta tus suaves párpados, jovencita,
Y en miedos y esperanzas ya no cavilen más.

No miren hacia atrás, ya no cavilen más
Sobre el misterio amargo del amor; porque el bronce
De los carros la mano de Fergus rige ya,
Y ya rige las sombras profundas de los bosques,
Y el pecho blanquecino del tenebroso mar,
Y estrellas desgreñadas en fuga al horizonte.

William Butler Yeats

[Versión de P. A.
Córdoba, 28-V-14]

*

Who goes with Fergus?

Who will go drive with Fergus now,
And pierce the deep wood’s woven shade,
And dance upon the level shore?
Young man, lift up your russet brow,
And lift your tender eyelids, maid,
And brood on hopes and fear no more.

And no more turn aside and brood
Upon love’s bitter mystery;
For Fergus rules the brazen cars,
And rules the shadows of the wood,
And the white breast of the dim sea
And all dishevelled wandering stars.

William Butler Yeats

jueves, 17 de mayo de 2018



Vittorio Sereni

Saba





Saba

Gorra, pipa, bastón, los apagados
objetos de un recuerdo.
Pero vivos los vi en un fugitivo
de una Italia de escombros y de polvo.
Siempre hablaba de sí, pero como él ninguno
he conocido que de sí diciendo
y a otros pidiendo vida en el hablar
igual y mucha más vida le diese
a quien quería escucharlo.
Y un día, un día o dos después del 18 de abril,
lo vi correr desde una plaza a otra,
desde un café a otro de Milán,
seguido por la radio.
“Puerca —vociferando—, puerca”. Lo miraba
la gente, estupefacta.
Se lo decía a Italia. De golpe, como a una mujer
que sin quererlo o no, de muerte nos ha herido.

Vittorio Sereni

[Versión de P. A.
Córdoba, 1986]

*

Saba

Berretto, pipa, bastone, gli spenti
oggetti di un ricordo.
Ma io li vidi animati indosso a uno
ramingo in un'Italia di macerie e di polvere.
Sempre di sè parlava ma come lui nessuno
ho conosciuto che di sè parlando
e ad altri vita chiedendo nel parlare
altrettanta e tanta più ne desse
a chi stava ad ascoltarlo.
E un giorno, un giorno o due dopo il 18 Aprile,
lo vidi errare da una piazza all'altra
dall'uno all'altro caffè di Milano
inseguito dalla radio.
Porca vociferando porca. Lo guardava
stupefatta la gente.
Lo diceva all'Italia. Di schianto, come a una donna
che ignara o no a morte ci ha ferito.

Vittorio Sereni

[De Gli strumenti umani, 1965,
en Tutte le poesie, Mondadori, Milán, 1986]


viernes, 11 de mayo de 2018



Serguiei Esenin

Ahora, poco a poco, ya nos vamos…





Ahora, poco a poco, ya nos vamos
Hacia el país en donde hay calma y dicha.
Pronto, tal vez, tenga que recoger
También yo, para el viaje, mis valijas.


¡Queridas espesuras de abedules!
¡Llanuras arenosas! ¡Tierra mía!
Ante la multitud de los que parten
No puedo callar mi melancolía.

He amado demasiado en este mundo
Todo lo que de carne viste al alma.
Paz al álamo que abre su follaje
Sobre el espejo rosa de las aguas.

Compuse en mi interior muchas canciones
Y mucho, en mi silencio, he meditado.
Estoy feliz, sobre la oscura tierra,
De tanto que he vivido y respirado.

Feliz de haber besado a las mujeres,
De ajar flores, dormir sobre la hierba,
De que nunca a una bestia, nuestra hermana
Menor, nunca he golpeado en la cabeza.

Sé que allá no florecen matorrales,
Ni susurra el centeno con su cuello
De cisne: así es que siento ante el gentío
Que parte, siempre, un estremecimiento.

Sé que en aquel país no habrá praderas
Blondas que ondulen en la blanca niebla.
También por esto me son entrañables
Los que viven conmigo en esta tierra.

1924

Serguiei Esenin

[Versión de P. A.
Córdoba, 12-V-18]

*

Мы теперь уходим понемногу
В ту страну, где тишь и благодать.
Может быть, и скоро мне в дорогу
Бренные пожитки собирать.

Милые березовые чащи!
Ты, земля! И вы, равнин пески!
Перед этим сонмом уходящим
Я не в силах скрыть своей тоски.

Слишком я любил на этом свете
Все, что душу облекает в плоть.
Мир осинам, что, раскинув ветви,
Загляделись в розовую водь.

Много дум я в тишине продумал,
Много песен про себя сложил,
И на этой на земле угрюмой
Счастлив тем, что я дышал и жил.

Счастлив тем, что целовал я женщин,
Мял цветы, валялся на траве,
И зверье, как братьев наших меньших,
Никогда не бил по голове.

Знаю я, что не цветут там чащи,
Не звенит лебяжьей шеей рожь.
Оттого пред сонмом уходящим
Я всегда испытываю дрожь.

Знаю я, что в той стране не будет
Этих нив, златящихся во мгле.
Оттого и дороги мне люди,
Что живут со мною на земле.

1924

Сергей Есенин


lunes, 7 de mayo de 2018



Robert Frost

Juntando hojas





Juntando hojas


Las palas no recogen
La hojarasca mejor que las cucharas
Y las bolsas con hojas
Son leves como globos.

Durante todo el día
Hago un gran ruido de crujientes hojas
Como un ciervo o un conejo
Que se aleja corriendo.

Pero cada montaña
Que alzo, burla mi abrazo, se desliza
A través de mis brazos
Y da sobre mi cara.

Así puedo cargarlas
Y descargarlas una y otra vez
Y llenar el galpón,
Pero, entonces, ¿qué tengo?

Casi nada en el peso,
Y dado que al contacto con la tierra
Se han vuelto ya translúcidas,
Casi nada en color.

Casi nada en provecho,
Pero es cosecha al fin cualquier cosecha,
¿Y quién puede decir dónde el acopio
Habrá de concluir?


Robert Frost

[Versión de P. A.
Córdoba, 28-IV-12]

*

Gathering leaves


Spades take up leaves
No better than spoons,
And bags full of leaves
Are light as balloons.

I make a great noise
Of rustling all day
Like rabbit and deer
Running away.

But the mountains I raise
Elude my embrace,
Flowing over my arms
And into my face.

I may load and unload
Again and again
Till I fill the whole shed,
And what have I then?

Next to nothing for weight,
And since they grew duller
From contact with earth,
Next to nothing for color.

Next to nothing for use.
But a crop is a crop,
And who's to say where
The harvest shall stop? 


Robert Frost


jueves, 3 de mayo de 2018


Robert Frost

Provee, provee


Pedro Américo, David y Abisag



Provee, provee

Esa bruja que vino (un engendro arrugado)
A lavar la escalera con balde y estropajo
Fue la bella Abisag hace unos pocos años,

De Hollywood orgullo y cartel estelar.
Demasiados perdieron poder y capital
Para que pongas tú en duda esta verdad.

Muere joven y evita lo que el hado te asigna.
O si estás destinado a una muerte tardía,
Decídete a morir en la más alta estima.

Conviértete, si puedes, en magnate opulento;
Si hace falta, en un trono ve de tomar asiento,
Donde nadie te pueda llamar un esperpento.

A su conocimiento algunos se confiaron.
Otros tan sólo en ser sencillamente francos.
Tal vez a ti te ayude lo que a otros ha ayudado.

Sabe que de un pasado glorioso no hay memoria
Alguna que repare un futuro sin honra,
O haga menos amargas esas últimas horas.

Será mejor hundirse con digna majestad
Rodeado de lisonjas de comprada amistad
Que sin nada. ¡Provee, provee a tu final!

Robert Frost

[Versión de P. A.
Córdoba, 19-VI-12]

*

Provide, provide

The witch that came (the withered hag)
To wash the steps with pail and rag,
Was once the beauty Abishag,

The picture pride of Hollywood.
Too many fall from great and good
For you to doubt the likelihood.

Die early and avoid the fate.
Or if predestined to die late,
Make up your mind to die in state.

Make the whole stock exchange your own!
If need be occupy a throne,
Where nobody can call you crone.

Some have relied on what they knew;
Others on being simply true.
What worked for them might work for you.

No memory of having starred
Atones for later disregard,
Or keeps the end from being hard.

Better to go down dignified
With boughten friendship at your side
Than none at all. Provide, provide!

Robert Frost

martes, 1 de mayo de 2018



Robert Frost

La osa





La osa

Abraza la osa el árbol de alta copa,
Lo dobla como al cuerpo de un amante,
Y sus frutos son labios para besos de adiós.
Después lo suelta, cruje cuando se alza hacia el cielo.
Da luego un tranco y tiembla una piedra en el muro
(Sola, a campo traviesa, hace el viaje de otoño).
Cuando cruza alambrados se estremecen los postes
Y enganchado en las púas queda un mechón de pelo.
Tal es la travesía, en libertad, de la osa.
El mundo le permite sentirse libre a una osa;
Estrecho nos parece, a ti, a mí, el universo.
El hombre actúa más bien como un oso enjaulado,
Todo el día luchando con su rabia nerviosa,
Lo que afirma la mente, el corazón lo niega.
Avanza y retrocede, da vueltas, no descansa
El crujir de pisadas, el arrastrar de pies,
El telescopio en una punta del recorrido
Y en la otra punta el microscopio, dos
Instrumentos de casi idéntica esperanza,
Y que en conjunto dan una buena ampliación.
O si reposa de su circuito científico,
Sólo es para sentarse y doblar su cabeza
Noventa y tantos grados, pareciera, de arco
Entre dos polos metafísicos. Se repantiga, pues,
En su esencial trasero, con los ojos cerrados
(Si los tiene) y alzado hacia lo alto su hocico
(Así, casi parece religioso, y no lo es),
Se posa cada vez en una y otra nalga,
Acordando de un lado con un griego
Y en el otro acordando con algún otro griego,
Cosa que quizá sea pensar, pero es un modo de decir.
Una figura fofa, igualmente patética
Si es sedentaria o si es peripatética.

Robert Frost

[Versión de P. A.
Córdoba, 25-IV-12]

*

The bear


The bear puts both arms around the tree above her
And draws it down as if it were a lover
And its chokecherries lips to kiss good-by,
Then lets it snap back upright in the sky.
Her next step rocks a boulder on the wall
(She's making her cross-country in the fall).
Her great weight creaks the barbed wire in its staples
As she flings over and off down through the maples,
Leaving on one wire tooth a lock of hair.
Such is the uncaged progress of the bear.
The world has room to make a bear feel free;
The universe seems cramped to you and me.
Man acts more like the poor bear in a cage,
That all day fights a nervous inward rage,
His mood rejecting all his mind suggests.
He paces back and forth and never rests
The me-nail click and shuffle of his feet,
The telescope at one end of his beat,
And at the other end the microscope,
Two instruments of nearly equal hope,
And in conjunction giving quite a spread.
Or if he rests from scientific tread,
'Tis only to sit back and sway his head
Through ninety-odd degrees of arc, it seems,
Between two metaphysical extremes.
He sits back on his fundamental butt
With lifted snout and eyes (if any) shut
(He almost looks religious but he's not),
And back and forth he sways from cheek to cheek,
At one extreme agreeing with one Greek
At the other agreeing with another Greek
Which may be thought, but only so to speak.
A baggy figure, equally pathetic
When sedentary and when peripatetic.  


Robert Frost