lunes, 5 de mayo de 2014

LA PAUTA DE LA LÍRICA






La otra noche, hablando por teléfono con un amigo fraterno –por consanguinidad poética–, me contó de la emoción que le había producido releer en estos días, en uno de los viejos cancioneros españoles, aquellos versos anónimos que comienzan: “De los álamos vengo, madre, / de ver cómo los menea el aire...” (Cuando aquí digo emoción –el pudor del amigo me perdone– digo, concretamente, lágrimas, provocadas por un poema creado allá lejos y hace siglos). Recordamos también otras cancioncillas populares semejantes, como aquella que dice: “¿En qué nos parecemos / tú y yo a la nieve? / Tú en lo blanca y galana, / yo en deshacerme. // A los árboles altos / los mueve el viento / y a los enamorados / el pensamiento.” Me quedé pensando, luego de la charla telefónica, y después lo conversamos en la sobremesa con mi padre, que esa dimensión estrictamente lírica casi ha desaparecido de nuestra poesía. Me refiero –no es fácil definirlo– a esa especie de exhalación anímica que se sostiene en el aire de la pura gracia verbal (Ungaretti: “M'illumino / d'immenso”; Guillén: “¡Oh luna, cuánto abril, / qué vasto y dulce el aire! / Todo lo que perdí / volverá con las aves...”), sin necesidad de desarrollar una historia, o una descripción que valga como símbolo, o un discurso más o menos conceptual que presente una “visión del mundo”: una poesía, en fin, que pareciera –pareciera– no decirse más que a sí misma, como las geometrías cromáticas de Klee, o unos cacharros de Morandi, o una música. Ese lirismo prácticamente se ha extinguido, vaya uno a saber si transitoria o definitivamente. No es que esta poesía puramente lírica sea superior a otros tipos de escritura poética, pero su falta es una pérdida grave, no sólo porque desaparece una manifestación estética valiosa, sino también porque con ella se pierde una suerte de pauta de intensidad y perfección artística, ausencia que deteriora la intensidad y perfección de las demás formas poéticas, que naturalmente tienden a un tedioso prosaísmo narrativo, descriptivo o conceptual en versos.


P. A.
Córdoba, 04-V-14

1 comentario:

  1. La ausencia de la dimensión lírica en la poesía es una muestra, tal vez, de la cosificación del hombre. A diario leemos textos que se dicen "poesía" - y son aplaudidos- pero que carecen de esa dimensión que nos conmueve. Nos hemos empobrecido. Te saluda CF

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